12 mayo 2006

The Blasters (Slash Records). El grupo de los hermanos Alvin veía en las tiendas su segundo disco The Blasters (1981), el mismo nombre del quinteto que a comienzos de esa década constituyó una de las agradables sorpresas dentro de la escena musical californiana. La banda hundía sus raíces en la rica tradición de la música popular estadounidense: rock and roll, blues, jazz y country. Con tan efectivo bagaje, The Blasters consiguieron la excelente grabación que ha quedado como uno de los hitos del rock de los ochenta, muy por encima de los discos de docenas de bandas y solistas que habían apovechado la pasajera moda de imitar el sonido de la Sun Records. La portada del vinilo recoge la fuerza del grupo en directo representada por la cara contraída y sudorosa del cantante y guitarrista Phil Alvin, dibujada por Gustav Alsina. Su estilo se mantiene fresco con el paso del tiempo, incluso forma parte de rock con raíces que ha entrado fuerte en las preferencias musicales de un importante sector del público del siglo XXI, además de contar con un notable apoyo mediático. A pesar de la perecedera fama y los cambios, los Alvin han superado modas y continúan con su estilo de siempre, es decir sudando sobre el escenario y cantando canciones relacionadas con historias creíbles de carreteras, chicas, despedidas y emisoras de radios.

Canciones: “Marie, Marie”, “I'm Shakin'”, “Border Radio”, “American Music”, “So Long Baby Goodbye”, “Hollywood Bed”, “Never No More Blues”, “This Is It, Highway 61”, “I Love You So” y “Stop the Clock”.

Músicos: Phil Alvin( guitarra, armónica y voz), Dave Alvin(guitarra), John Bazz (bajo), Bill Bateman (batería), Gene Taylor ( piano), Lee Allen (saxofón) y Steve Berlin (saxofón).

Otras portadas: American Music (1980), Over There (1982) y Non Fiction (1983).
Silencio (Movieplay). En 1970 salía el larga duración titulado Silencio, del cantautor alicantino Adolfo Celdrán (1943), que incluía composiciones propias y otras, la mayoría, con textos de Jesús López Pacheco, Carlos Álvarez, Nicolás Guillén, León Felipe y B. Brecht. Dentro de la militante línea de lo que entonces se llamaba la nueva canción en castellano, Silencio rompía un poco la inercia de austeridad musical de dicho movimiento al incluir la colaboración en los arreglos y dirección de orquesta del argentino Carlos Montero, quien consiguió que el disco obtuviera el reconocimiento de la crítica musical. La portada recoge la obra “La reja” y el interior “Cinco minutos”, del pintor y grabador valenciano Juan Genovés (1930). La carátula corresponde a la etapa en que el artista levantino afincado en Madrid representa a multitudes acosadas, huyendo, muy en consonancia con el oscuro y opresivo ambiente del año que salió el disco de Celdrán, un hombre comprometido con la democracia en tiempos de dictadura, lo cual le causó muchos problemas a la hora de actuar, como pasó con otros colegas (Elisa Serna, Luis Pastor, Pablo Guerrero, Julia León, Enrique Morente…). Adolfo Celdrán continúa desarrollando las actividades de cantante y compositor, pero también hay que destacar sus facetas de productor de documentales, autor de obras dramáticas y escritor de poemas.

Canciones: A la voz de un pueblo, Canción de la novia del pescador, La cruzada de los niños, Doña María, ¡Qué pena!, La mala pesca, El sastre de Ulm, Canción de las 6 de la mañana, Canción del pescador, Canción bailable y Una canción.

Músicos: Adolfo Celdrán (guitarra y voz) y Carlos Montero (director de la orquesta).

Otras portadas: 4.444 veces, por ejemplo (1975), Al borde del precipicio (1976), Denegado (1977) y Homenaje a las víctimas del franquismo (1987). Bajo este último título se agrupan 4 discos de larga duración, donde intervienen intelectuales, artistas, cantantes y músicos de diferentes generaciones, entre ellos Celdrán.


Quah (Grunt). Disco de estreno en solitario del guitarrista Jorma Kaukonen, quien por aquel año 1974 ya estaba fuera de Jefferson Airplane , pero activo en Hot Tuna junto a su colega el bajista Jack Casady. Este primer disco de presentación, eminentemente acústico, se nutre de canciones tradicionales y blues, así como alguna composición de Tom Hobson, cantante que acompaña a Kaukonen en esta aventura en solitario. El guitarrista ya demostró desde sus comienzos artísticos interés por la utilización de instrumentos acústicos. El segundo disco de Jefferson Airplane, el mítico Surrealistic Pillow, contiene "Embryonic Journey", un instrumental que figura entre los clásicos del rock. Con anterioridad a comienzos de los sesenta se movió por la bahía de San Francisco como guitarrista acústico, incluso llegó a acompañar a una jovencísima Janis Joplin muy influenciada por el blues clásico. La portada del disco corresponde a la entonces esposa de Jorma, la artista sueca Lena Margareta Pettersson. La primera canción que escuché de Quah fue "Genesis", una de mis preferidas de todos los estilos, y que aparecía en el recopilatorio "Flight Log (1966-1976)". Con el paso del tiempo, tras mucho tiempo de búsqueda, pude conseguir en formato vinilo el primer larga duración de Kaukonen.

Canciones: "Genesis", I' ll be all right", "Song for the North Star", "I' ll Let You Know Before I Leave", "Flyng Clouds", "Another Man Done Gone", "I Am the Light of the world", "Police Dog Blues", "Blue Prelude", "Sweet Hawaiian Sunshine" y "Hamar Promenade".

Músicos: Jorma Kaukonen (guitarra y voz) y Tom Hobson (voz).

Otras portadas: Magic, live (1985), Too Hot to Handle (1985), Embryonic Journey (1994) y Too Many Years (1998).