21 mayo 2013


Entre dos mundos (Fonomusic) 1999
Vicente Soto Sordera
Portada: fotografía de Esperanza Santos


Vicente Soto Sordera (Jerez de la Frontera, 1954) dio el paso de cantar poemas de escritores españoles y latinoamericanos que quedaron recogidos en el disco de larga duración titulado Entre dos mundos, trabajo que demostró una vez más que en el mundo de la poesía, como en el de la música popular, hubo intercambio entre lo que fue la metrópoli y la colonia, incluso cuando la segunda formó varias naciones independientes. Vicente Soto, miembro de una familia de artistas que mejor guarda los cantes de los Puertos, no desconocía el trabajo para adaptar al cante jondo versos de conocidos poetas. En este sentido, sobre Entre dos mundos, reconocía en relación con los escritores españoles que los "de la generación del 98, además de ser grandes poetas, de algunos de ellos nunca se había hecho nada con música. En el caso de Miguel de Unamuno yo nunca he escuchado cantar nada suyo, tampoco de Valle Inclán, además escriben con un ritmo fácil de identificar con mi ritmo, yo soy un cantaor muy rítmico y creo que tienen el ritmo que yo llevo, mi ritmo interior, genético".

En el disco, Entre dos mundos están registradas 11 canciones, de acuerdo con versos de José Martí, Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Ramón del Valle Inclán, Antonio Machado, Manuel Machado, Pedro Lessa, José Asunción Silva, Alfonso Reyes y Rubén Darío, en la mayoría de los casos nombres relacionados con la literatura de final del siglo XX y el modernismo que convulsionaron las letras hispánicas en aquellos tiempos de cambios en el terreno artístico. Vicente Soto ofrece una interpretación sugerente y cargada de imágenes que se mezclan con estilos musicales en teoría alejados pero que casan perfectamente sin caer en el pastiche. 

Un ejemplo claro de esa unión entre poesía y cante es la primera canción del disco: Tengo flores para ti, de José Martí, un punto cubano, género mestizo en el que tienen protagonismo reminiscencias del cante andaluz y los ritmos africanos. De ahí la exhuberancia instrumental de la composición caribeña que se adapta adecuadamente al rajo de Sordera. El mestizaje se percibe asimismo en Como las hojas de lila (colombiana), Glosa de mi tierra (rumba) y Poeta divino (milonga), sobre poemas de J.A. Silva, Alfonso Reyes y Rubén Darío. 

En el disco resulta interesante comprobar como versos de escritores de la talla de Unamuno, Juan Ramón, Valle Inclán y los hermanos Machado se reconvierte en palos como tanguillos, bulerías o soleá por bulerías, que confirman que la en la música sobran a menudo las fronteras. Una referencia válida de lo escrito anteriormente es Tu boca de coral, del uruguayo Pedro Lessa, quien por diferentes motivos tuvo que dejar su tierra natal y afincarse en Andalucía, donde vivió la bohemia y cambió sus cantos criollos tan habituales del puerto de Montevideo por seguiriyas y fandangos. También destaca Nocturnos, de Juan Ramón, una soleá por bulerías que ensalza el poderío de la voz de Vicente Soto, quien no duda en adjudicarle unos tangos a Rosa Hiperbólica, de Valle Inclán, canción que adquiere mayor sugerencia gracias a las voces femeninas de acompañamiento.

El cante gitano andaluz se expande por la presencia de los versos de ese gran poeta que es Manuel Machado, que supo captar la jondura en muchos de sus escritos, y demuestra en Dos clavelinas, interpretada por bulerías. El otro de los Machado, Antonio, aporta Una mañana de otoño, al compás de un romance. De este modo, literatura y flamenco no tienen que estar enfrentados, muy a pesar de algunos compañeros de generación de los poetas andaluces antes citados. Vicente Soto y quienes le acompañan en Entre dos mundos dan esplendor a un idioma que facilita la comunicación entre millones de personas y aportan fluidez a lo que se viene llamando cantes de ida y vuelta.

Canciones: Tengo flores para ti (José Martí). Diario poético (Miguel de Unamuno). Nocturnos (Juan Ramón Jiménez). Rosa hiperbólica (Ramón María del Valle Inclán). Dos clavellinas (Manuel Machado). Tu boca de coral (Pedro Lessa). Como las hojas de lila (José Asunción Silva). Una mañana de otoño (Antonio Machado). Glosa de mi tierra (Alfonso Reyes). Poeta divino (Rubén Darío).

Músicos: Vicente Soto Sordera (cante), Enrique de Melchor (guitarra), Moraito (guitarra), J.M. Molero (guitarra), M.Parrilla (guitarra) y Juan José Suárez Paquete (guitarra).

Más portadas: Pessoa Flamenco (1986), Cuando canta el pasado (1987), El ritmo de la sangre (1988), Jondo espejo gitano (1990), Tríptico Flamenco Cádiz (1994), Tríptico Flamenco Jerez (1995), Tríptico Flamenco Sevilla (1996), Verea del camino (1997), Latin Essentials (2003), eStar Alegre (2005) y Colores Distintos (2012).






L.A. Woman (Elektra) 1971
The Doors
Portada: Wendell Hamick/Carl Cossik

The Doors se despedían como cuarteto y de la voz de Jim Morrison con el disco de larga duración L.A. Woman, otra obra mayor del conjunto californiano que potenciaba el blues sobre otros géneros musicales dentro del repertorio del elepé. Como a otros grupos, a The Doors les estaban pasando factura el éxito en forma de previsible desbandada del cuarteto cuando aún no había salido a la venta el citado LP. Jim Morrison en su disco póstumo había vuelto a su afición de escribir canciones mediante textos cargados de imágenes, metáforas y surrealismo, pero la carga poética de L.A. Woman no resultaba abrumadora gracias al compacto sonido de la banda. Para el disco se había contado con la colaboración de un guitarrista y un bajista, con lo cual el papel del teclista Ray Manzarek resultaba más autónomo en sus instrumentos y, por tanto, más brillante que en anteriores grabaciones, sobre todo en el éxito Riders On The Storm. The Changeling, Been Dowm So Long, Cars His By My Window y Crawling King Snake, está última de John Lee Hooker, están impregnadas del r&blues en que se inspiraban a menudo The Doors. Sin perder esa tendencia, están sin duda otras canciones más representativas del rock urbano de comienzos de los setenta: L.A. Woman y The Wasp (Texas Radio And The Big Beat), pero no faltan alguna concesión a la comercialidad bien facturada como Love Her Madly o a la grafomanía barroca de Morrison: L'America. Por último, la melódica Hyacinth House contribuye a ensalzar la faceta de cantante de Morrison, de limpia dicción de bardo atemporal, quien sin el acompañamiento de teclados a modo clásico la había grabado en una maqueta de 1969 editada en el primer cedé de The Doors Box Set (1997).

Canciones: The Changeling. Love Her Madly. Been Down So Long. Cars Hiss By My Window. L. A. Woman. L'America. Hyacinth House. Crawling King Snake.The Wasp (Texas Radio & The Big Beat). Riders On The Storm.

Músicos: Jim Morrison (voz), Robbie Krieger (guitarra), Ray Manzarek (teclados) y John Densmore (batería). Marc Beno (guitarra rítmica) y Jerry Scheff (bajo).

Más portadas: Tras la muerte de Jim Morrison, los tres miembros originales de The Doors grabaron los elepés: Other Voices (1971) y Full Circle (1972). Otros discos, en la mayoría de los casos, de actuaciones en directo, recopilatorios y rarezas: Live at the AquariusTheatre:The First Performance (2001), Live at the Aquarius Theatre: The Second Performance (2001), Backstage and Dangerous: The Private Rehearsal (2002), Boot Yer Butt! (2003), Love Death Travel (2006), Peception (2006), Live In Boston, April 10, 1970 (2007), The Doors Vinyl Box Set (2007), Live At The Matrix (2008), Live In New York (2009), Live In Vancouver 1970 (2010) y Live At The Bowl' 68 (2012)

Apunte: La edición de L.A. Woman conmemorativa del cuarenta aniversario de The Doors incluye dos canciones más: Orange County Suite y You Need Meat (Don't Go No Futher).










En recuerdo de Ray Manzarek (1939-2013)