02 abril 2014






El año 1978 comenzaron a salir al mercado discográficos los primeros elepés del sello español Guimbarda, del que han quedado más de 300 discos grandes bajo el excelente y cuidado criteiro de sus fundadores entre los que figuraba el periodista Manuel Domínguez. Recuerdo como había observado con agrado las primeras carátulas de la mencionada compañía que para mí iba a ser una constante en mis gustos musicales, pues si bien se anunciaba bajo el lema: la nueva serie del folk, las grabaciones, en la mayoría de los casos de música popular, tenían sin embargo en aquellos tiempos unos aires de modernidad que no chocaban con los discos de orientación tradicional. Todos tenían validez y mensajes, además de notable música, bastantes veces ejecutada por virtuosos de todo tipo de instrumentos, incluso algunos desconocidos para quienes seguíamos el rock.

El sello fue creciendo y, desde el principio, recogiendo músicas de diferentes geografías, algo inusual en aquella España de cambios y transición. Aparte de las atractivas portadas de los discos, de su contenido musica; en fin, de su novedad en la mayor parte de los casos, Manuel Domínguez hizo posible la salida con cada disco de un libreto en el que, además de información, procuraba traducir las canciones incluidas en el álbum.


36 años después del nacimiento de Guimbarda, cuya vida se perdió hacia la segunda mitad de la década de 1980, vuelvo a insistir en las bondades de aquel sello y, por tanto, ofrezco algunos discos, principalmente de la primera etapa de la mencionada compañía con sede en la ciudad de Madrid. Las anotaciones sobre los LP están recogidas de un catálogo de Guimbarda que se distribuyó en 1979 con motivo de su primer aniversario.






Disco de 1966 de los guitarristas británicas, Bert Jancsh y Jonh Renbou Renbourn, anterior a su etapa en el quinteto Pentangle, que se nutre de piezas compuestas por los dos intrumentistas y un para de versiones, una de una composición de Charles Mingus -luego recuperada en la etapa de Pentangle- y otra de la británica Anne Briggs, también registrada igual que la anterior en elepé en directo Sweet Child. A pesar de la juventud de los intérpretes, el disco compartido entre Jancsh y Renbourn, demostraba que se estaba asistiendo a la consolidación de dos de los mejores guitarristas de folk -al blues también se acercaban con destreza- de las Islas Británicas.



Guimbarda lanzó en edición doble los disocs The Barley Corn y Colours Of The Dawn, de The Johnstons, respectivamente de 1969 y 1971. El cuarteto irlandés, cuyas primeras grabaciones corresponden a 1966, interpretaban en los citados álbumes piezas tradicionales de Irlanda y canciones de autores como Iam Cambell, Gordon Lightfoot o Leonard Cohen.



El grupo de procedencia húngaro llegaba a Guimbarda con su primere elepé homónimo que acercaba con éxito melodías populares hasta entonces inéditas en muchos países europeos y, sobre todo en España. El repertorio se nutría de la música popular de su país de origen y de canciones y ritmos de lugares próximos como Rumanía y Bulgaria.



A unas letrillas con un fuerte contenido reivindicativo y escritas en un lenguaje llano, el cantante puertorriqueño ha puesto la música más popular de su país. El producto son unas canciones ,uy expresivas, tanto musical copo literalmente llenas de uns abor popular solo comparable al del cubano Carlos Puebla.



El guitarrista estadounidense Stefan Grossman se centraba en un repertorio de blues  para recogerlo en el disco Hot Dogs, pero bajo el punto de vista de sacar a la guitarra los registros más variados, desde la utilización del denominado cuello de botella, en la que destaca como virtuoso, lo cual se puede percibir en la pieza Roll And Tumble Blues, hasta hacerla sonar como un piano en una serie de rags típicos de Nueva Orleans.



De este disco de François Beranger (1937 - 2003), se decía en 1978: Uno de los nuevos y renovados valores de la canción en Francia. Su humor caústico, su compromiso político, y su amplitud de miras en el terreno musical, hacen de él uno de los personajes más atractivos del país vecinos.



Dúo aragonés que liga el cantro rural de su tierra con una temática urbana propia de la nueva generación a la que pertenecen. Tres miembros de Chicotén han dirigido los arreglos y participado en la grabación.



La profunda y casi misteriosa voz de Rosa Balistreri nos introduce en el mundo de la cárceles sicilianas con canciones que muestran toda la miseria y el sufrimiento a que sus hombres y mujeres se ven sometidos.



El arpista gallego Emilio Cao grababa su segundo disco grande para Guimbarda con un sugerente título que sirve para adentrarse en el pasado de la denominada cultura celta que, en cierto modo, también afecta a Galicia. Colaboraron instrumentistas de Gales en la pieza que cierra el repertorio del elepé.


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