04 abril 2014


Reediciones



De las más recientes reediciones de discos de este año, el primero en abrir las lista es un elepé perteneciente al jazz, de la mano del baterista Art Blakey (1919 - 1990) con su grupo The Jazz Messengers, que lleva el título de Free For All, grabación de 1964 del sello Blue Note. Sin duda es uno de los mejores registros de la citada formación en la que figuraban excelentes instrumentistas, además del líder de la misma, como Freddie Hubbard, Wayne Shorter, Curtis Fuller, Cedar Walrton y Reginald Workman, quienes se aplican con solvencia e inspiración a la hora de interpretar el repertorio de cuatro piezas, plagadas de lo mejor que pueden desarrollar los músicos de jazz cuando están compenetrados, y que tiene en la que abre y da nombre al Lp ese aire de inmortalidad que posee el LP a medio
siglo de su grabación.



Del ámbito del blues, procedía el pianista Otis Spann (1924- 1970), habitual en el grupo del guitarrista Muddy Waters y otros conocidos bluesmen, así como colaborador en varias ocasiones con los jóvenes blancos que se acercaban al blues en la década de 1960. El último año de ella, uno antes de la muerte de Spann, se puso a la venta Sweet Giant Of The Blues, felizmente recuperado por Ace Records en vinilo. Grabación que recoge la maestría, elegancia y como no, el blues, de un Spann siempre entregado en sus interpretaciones, como hace en la versión  del ya clásico Got My Mojo Working, una composición típica del blues de Chicago que tan bien representó en su corta vida el pianista de Jackson, Misisipi.



Del Reino Unido eran The Small Faces, uno de los grupos nacidos con la tendencia mod que nació en las Islas Británicas. Seguidores fieles del r&blues y otras músicas de origen negroamericano, el cuarteto liderado por Steve Marriott en su corto recorrido musical dejó tras de sí un importado legado discográfico en el que se muestra la evolución del grupo, verdadero vivero de músicos para otras formaciones señeras de los años 70 y 80 del siglo pasado. El LP incluye 9 canciones en la cara A y 8 en la B, que van desde composiciones clásicas de los 60 como Itchycoo Park, Lazy Sunday y Here Comes The Nice, entre otras, junto a caras B y rarezas, todas ellas resmaterizadas y pertenecientes al periodo comprendido entre 1967 y 1969.


El anuncio de regreso este año a los escenarios por parte de la cantante británica Kate Bush, me lleva a recomendar su segundo disco grande de la artista que maravilló dentro y fuera de sus fronteras con aquella canción acorde con la novela Cumbres Borrascosas, incluida en su primer elepé. Mas el precoz éxito no ha impedido que la cantante se durmisese en los laureles. Y para prueba de su inquietud está Lionheart, un disco cargado de matices gracias a las diferentes sonoridades y sensaciones que imprime la voz de Kate, tocada a veces por un halo mágico de cuento de hadas, pero humana a la hora de trasmitir sentimientos apoyados por una cohorte de músicos eficientes. Editado a finales de 1978, en Japón salió en junio del año pasado en formato CD con todo el repertorio remasterizado. Hay que recordar que Kate se embarcó en una gira en la primavera de 1979, cuyo resultado motivó su alejamiento de los escenarios a los que solo acudió en caso de eventos de tipo humanitario.




El 1 de abril de 2014 ha sido la fecha elegida para el lanzamiento de la edición conmemorativa del primer disco de la neoyorquina Cyndi Lauper (1953), She's So Unusual, estreno que sirvió a la cantante para lanzarla al estrellato dentro de un estilo musical que conectaba con el pop rock novaolero, en el que no faltan toques de ska o de punk, entre otros. El disco tuvo la fortuna de convertirse en millonario en ventas, entre otros motivos por la salida de un total de cuatro sencillos que ocuparon puestos prominentes en las listas de éxitos de la primera mitad de la década de 1980. Entre las piezas más conocidas y que cuenta con más versiones de todo el álbum está Time After Time.  La reedición del 30 aniversario del She's So Unusual ofrece una serie de lujo de dos cedés que incluyen el orginal, demos raros, grabaciones  en directo, y remixes de algunos de los DJs y productores más populares más conocidos en la actualidad. También se ofrece en un único CD con el repertorio remasterizado y tres remixes y un LP que recoge un iniserto para la descarga de 3 remixes. La portada utillizada para la reedición sustituye la fotografía del primer Lp por una ilustración copiada de la imagen de Cindy Lauper en trance interpretativo.




Un disco también de estreno, en este caso puesto en circulación en el año 1990 por el grupo estadounidense Uncle Tupelo, titulado No Depression, todo un aldabonazo en el nuevo country rock iniciado en la década anterior por grupos y solistas exploradores de nuevas interprertaciones que calaron hondo en un sector del público seguidor de la música con raíces, lo cual convirtió a Uncle Tupelo en un disco fundamental del country independiente. No Depression, recuperdo por Sony en su apartado Legacy Edition, además de en soporte vinilo, aparece en cedé remasterizado y con 22 canciones extra que salen a la luz por primera vez. Asimismo se incluye una historia inédita del escritor Richard Byrne, un seguidor fiel del grupo al que prestó ayuda al combo de Illinois en sus comienzos. 







Hemeroteca

Nueva Música, revista de nuevas tendencias musicales, comenzó su andadura en Sevilla en 1990, en una época de fuerte arraigo de las denominadas nuevas músicas o también new age, un concepto bastante ambiguo pues lo que semejaba una especie de nuevo mestizaje musical con sus bondades y flaquezas, se convirtió al cabo del tiempo -en los noventa ya estaba instaurado en varias discográficas- en un cajón de sastre que músicos de todo pelaje recaían con sus grabaciones. Nueva Música no se limitó a modas pasajeras si no que aprovechó el tirón para dar cancha a músicos nacionales y extranjeros comprometidos de verdad con su arte.

 Su diseño atractivo y su contenido jugoso sirvieron para alimentar a melómanos de diferentes preferencias, pues sus páginas recogían notables entrevistas con compositores, músicos o cantantes del momento que convencían por su savoir faire. Un ejemplo está en este ejemplar rescatado de mi hemeroteca en el que se le dedica un espacio preferente a Frank Zappa, fallecido en 1993. Además de entrevistas,  la publicación andaluza ofrecía información general sobre todo lo relacionado con las nuevas músicas, reportajes sobre diferentes géneros musicales, noticias de los festivales de dicho ámbito musical, diálogos con personajes implicados con las nuevas tendencias y amplia relación de discos recién editados. Una lástima que al final en la segunda mitad de la década de su nacimiento, Nueva Música desapareciera de los quioscos, pues de ella se aprendía bastante de nuevas músicas y de otras como folk, jazz, blues, rock y sonidos de todos los continentes, entre otras que aparecían en una revista de excelente y cercano diseño.


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