13 julio 2018

La música, con  letra entra

El llamado conflicto del Ulster desde 1968 a 1998. según los datos de diversas fuentes, produjeron unas 3.500 muertes de personas, de las cuales la mitad eran civiles, lo cual da fe del sufrimiento de la población de una parte de las Islas Británicas, donde el horror era cotidiano en lo que para muchos representaba una guerra sin cuartel. De aquellos años se ha ocupado Stuart Bailie, periodista y trabajador de la radio, natural de Belfast, ex editor de NME, biógrafo de Thin Lizzy y fundador y director del centro musical Oh Yeah en Belfast,

El autor reconoce que: "La música ha sido persuasiva, agitadora y pacificadora en Irlanda del Norte. Cambió la dirección de mi vida en Belfast de los 70 y he visto que le sucede a cientos de otras personas. Hubo muchos factores que llevaron al Acuerdo de Viernes Santo, pero en mi cuenta, la música nos ayudó a sobrepasar el límite".

En el libro se leen testimonios de gentes de la música popular como Bono, The Undertones, Stiff Little Fingers, Christy Moore, Kevin Rowland o los supervivientes de la banda Miami Showband, masacrada por sicarios de uno de los bandos de la guerra. Están representados el el rock, el folk, el punk,  el rave, ámbitos desde los cuales se respondió al fanatismo y la muerte que eran la realidad cotidiana de un territorio en el que es posible la paz en la actualidad.

Bailie recuerda que empezó de prisa lo que iba a ser el libro de 288 páginas en el que "las historias humanas salen a la luz, especialmente aquellas en las que los artistas se abren con sinceridad al ser empujados al caos y, a veces, al asesinato".


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