Marismas (Guimbarda) 1980
Suburbano
Portada: Juan Alberto Arteche
Una historia: “El 3 de mayo de 1979 nace, en un escenario, Suburbano. El alumbramiento tuvo lugar en la sala Gayo Vallecano, una cooperativa de teatro independiente, fundada y dirigida por Juan Maragallo, en el corazón del barrio de Vallecas. Por aquel entonces compartíamos local de ensayo con el grupo de teatro Tábano, a pocos metros de distancia del Gayo Vallecano y a menos distancia, si cabe la línea cultural que había marcado dicha sala. Tábano fue nuestro primer punto de encuentro. Ambos habíamos trabajo en él, uno como músico y el otro como actor.
Afirmar que Suburbano ha sido un grupo esencialmente ecléctico no el algo gratuito: empezamos siendo un grupo que trabajaba buceando en el folclore, cuando en España surgían las grandes bandas de rock. Así, mientras los escenarios se llenaban de guitarras eléctricas, nosotros aparecíamos con violines, mandolinas, percusiones y cantos étnicos. Era la música que entonces nos apetecía hacer.
Más tarde, fuimos derivando hacia el jazz-rock, complicando armonías, mezclando compases y fusionando el folclore con otros instrumentos más urbanos. Nuestra etapa barroca coincidió con la época de la llamada movida madrileña, el tiempo de las canciones simples y sin problemas. Y allí estábamos nosotros, haciéndolo todo más complicado. El caos seguía moviendo nuestros pasos. Durante el bache y defenestración que sufrió la canción de autor, decidimos hacer canciones. Cuando los cantautores crecieron de nuevo y las guitarras distorsionadas estaban a la baja, nos decidimos por un rock más duros y sin contemplaciones”. Luis Mendo y Bernardo Fuster. 20 años y un día. Colección LcD El Europeo.
Otra: “Si hubiésemos tenido un mínimo de vanidad y sentido comercial, habríamos intentado vender la imagen de los autores de las canciones que cantan los cantautores, pero preferimos encerrarnos en nuestro trabajo y seguir riéndonos hasta de nosotros mismos. Más tarde, curiosamente, la industria descubre el folk y el mestizaje étnico que nosotros habíamos tocado quince años antes. Lo que al principio era una actitud no meditada de ir a la contra, acabó por convertirse en una bandera que nos permitiese conservar aquel juramento que nos unió al imponernos la condena de veinte años.
Así nos ha ido: todos saben que existió y existe un grupo llamado Suburbano, pero nadie sabe explicar qué música hacen o hacían. Desde el punto de vista comercial ésta ha sido nuestra gran lacra”. Luis Mendo y Bernardo Fuster.
Canciones: Melocotón. Rompeolas. Baile del acantilado. Marejada. Moros y cristianos. Aguamarga. Dos muchachas. Arlequín. Marismas. El zumbido que no cesa.
Músicos: Bernardo Fuster (voz, congas, tablas, derbuka, adufe y percusiones), Luis Mendo (guitarra acústica, guitarra eléctrica y percusión), Rafael Puerta (violín, mandolina, percusión y grito), Lorenzo Solano (saxo soprano, tenor, flauta y percusión), Pedro Peralta (batería y percusiones) y José Luis Villegas (bajos eléctricos y percusión). Han colaborado Luis Pastor segundas voces en Melocotón y Teresa Cano, en Marejada.
Además: “A través de las canciones consigues entrar en mundos irreales en los que hacer tangibles lo que la realidad te niega. A veces son un lamento puro y duro, y otras el paño de lágrimas que te ayuda a sobreponerte”. Luis Mendo y Bernardo Fuster.
Suburbano
Portada: Juan Alberto Arteche
Una historia: “El 3 de mayo de 1979 nace, en un escenario, Suburbano. El alumbramiento tuvo lugar en la sala Gayo Vallecano, una cooperativa de teatro independiente, fundada y dirigida por Juan Maragallo, en el corazón del barrio de Vallecas. Por aquel entonces compartíamos local de ensayo con el grupo de teatro Tábano, a pocos metros de distancia del Gayo Vallecano y a menos distancia, si cabe la línea cultural que había marcado dicha sala. Tábano fue nuestro primer punto de encuentro. Ambos habíamos trabajo en él, uno como músico y el otro como actor.
Afirmar que Suburbano ha sido un grupo esencialmente ecléctico no el algo gratuito: empezamos siendo un grupo que trabajaba buceando en el folclore, cuando en España surgían las grandes bandas de rock. Así, mientras los escenarios se llenaban de guitarras eléctricas, nosotros aparecíamos con violines, mandolinas, percusiones y cantos étnicos. Era la música que entonces nos apetecía hacer.
Más tarde, fuimos derivando hacia el jazz-rock, complicando armonías, mezclando compases y fusionando el folclore con otros instrumentos más urbanos. Nuestra etapa barroca coincidió con la época de la llamada movida madrileña, el tiempo de las canciones simples y sin problemas. Y allí estábamos nosotros, haciéndolo todo más complicado. El caos seguía moviendo nuestros pasos. Durante el bache y defenestración que sufrió la canción de autor, decidimos hacer canciones. Cuando los cantautores crecieron de nuevo y las guitarras distorsionadas estaban a la baja, nos decidimos por un rock más duros y sin contemplaciones”. Luis Mendo y Bernardo Fuster. 20 años y un día. Colección LcD El Europeo.
Otra: “Si hubiésemos tenido un mínimo de vanidad y sentido comercial, habríamos intentado vender la imagen de los autores de las canciones que cantan los cantautores, pero preferimos encerrarnos en nuestro trabajo y seguir riéndonos hasta de nosotros mismos. Más tarde, curiosamente, la industria descubre el folk y el mestizaje étnico que nosotros habíamos tocado quince años antes. Lo que al principio era una actitud no meditada de ir a la contra, acabó por convertirse en una bandera que nos permitiese conservar aquel juramento que nos unió al imponernos la condena de veinte años.
Así nos ha ido: todos saben que existió y existe un grupo llamado Suburbano, pero nadie sabe explicar qué música hacen o hacían. Desde el punto de vista comercial ésta ha sido nuestra gran lacra”. Luis Mendo y Bernardo Fuster.
Canciones: Melocotón. Rompeolas. Baile del acantilado. Marejada. Moros y cristianos. Aguamarga. Dos muchachas. Arlequín. Marismas. El zumbido que no cesa.
Músicos: Bernardo Fuster (voz, congas, tablas, derbuka, adufe y percusiones), Luis Mendo (guitarra acústica, guitarra eléctrica y percusión), Rafael Puerta (violín, mandolina, percusión y grito), Lorenzo Solano (saxo soprano, tenor, flauta y percusión), Pedro Peralta (batería y percusiones) y José Luis Villegas (bajos eléctricos y percusión). Han colaborado Luis Pastor segundas voces en Melocotón y Teresa Cano, en Marejada.
Además: “A través de las canciones consigues entrar en mundos irreales en los que hacer tangibles lo que la realidad te niega. A veces son un lamento puro y duro, y otras el paño de lágrimas que te ayuda a sobreponerte”. Luis Mendo y Bernardo Fuster.