“La huerta atómica” (Polydor). Miguel Ríos había dejado de lado sus facetas de roquero y baladista a mediados de los setenta cuando se distribuyó este elepé de título entre ecologista y antinuclear. De acuerdo con el rock progresivo que se encaminaba hacia el final de sus mejores años, Miguel Ríos se adentraba en el sinfonismo tan de moda en el mercado discográfico británico, pero el granadino utilizaba este álbum conceptual, distribuido en 1976, para cargar contra la militarización ejercida por la primera potencia mundial, Estados Unidos, cuando los peligros de una guerra nuclear aún eran evidentes y la presencia de bases aéreas y navales provocaban desconfianza y rechazo entre las personas más concienciadas. Composiciones con abundante presencia de teclados y alguna que otra pieza con apuntes de música clásica iban encadenándose dentro una estructura conceptual “sui generis”, donde se notaba que Miguel Ríos había madurado en sus planteamientos artísticos en los que figuraba la búsqueda de un estilo propio, pero sin dejar de lado su pasión roquera. La carpeta del elepé está firmada por Mauro.
Canciones: “Entre árboles y aviones”, “Una casa en la guerra”, “Buenos días, Superman”, “Yankee Jhonny”, “Bienvenida Catherine”, “La huerta atómica (Un relato de anticipación)”, “Una siesta atómica”, “Instrucciones a la población civil (en caso de alarma nuclear)”, “El consultorio atómico de la Sra. Pum”, “El carnaval de los espectros (Parte I)”, “La burbuja antirreacción”, “La canción del megacristo”, “El carnaval de los espectros (Parte II)”, “Por el hombre futuro” y “El despertar”.
Músicos: Miguel Ríos (voz), Mariano Díaz (órgano Hammond, moog y melotrón), Jose Maria Roger (piano), Tony Ponce (guitarras), Evarist Ballus (bateria y percusión) y Miguel Ángel Rojas (bajo). Colaboraciones especiales: Jeannette y Massiel.
Otras portadas: Mira hacia ti (1969), Despierta (1970), Unidos (1971), Conciertos de rock y amor (1972), Memorias de un ser humano (1974), Al Andalus (1977), Rocanrol bumerang (1980), Rock & Ríos (1982) y El rock de una noche de verano (1983).
Músicos: Miguel Ríos (voz), Mariano Díaz (órgano Hammond, moog y melotrón), Jose Maria Roger (piano), Tony Ponce (guitarras), Evarist Ballus (bateria y percusión) y Miguel Ángel Rojas (bajo). Colaboraciones especiales: Jeannette y Massiel.
Otras portadas: Mira hacia ti (1969), Despierta (1970), Unidos (1971), Conciertos de rock y amor (1972), Memorias de un ser humano (1974), Al Andalus (1977), Rocanrol bumerang (1980), Rock & Ríos (1982) y El rock de una noche de verano (1983).
“Relax your mind” (Guimbarda). Happy Traum (1939) es un reputado guitarrista que durante su juventud a finales de los años cincuenta y la década de los sesenta se movía por los ambientes del folk estadounidense. Con un amplio bagaje musical en el que tienen cabida diferentes estilos, Happy, además de tocar, escribía en revistas especializadas y editaba métodos para tocar la guitarra, incluso llegó a promover grabaciones de cintas para facilitar el aprendizaje de futuros instrumentistas. Esta labor entre docente y divulgativa no le impidió tocar en diferentes lugares y grabar varios discos, algunos con su hermano Artie. En 1976, ya convertido en un virtuoso de la guitarra acústica, se ponía a la venta “Relax your mind”, producido por otro gran guitarrista, Stefan Grossman, y grabado en New York. El álbum lleva el título de una canción de Leadbelly, pues Happy siempre ha sido un buscador de piezas tradicionales que, por cierto, abundan en este disco en solitario del mayor de los hermanos Traum, quien no duda en escoger versiones del ya citado Leadbelly, Woody Guthrie, Irene Saletan, Etta Baker, Peggy Seeger, John Jackson o los hermanos Dixon. El propio guitarrista al hablar del repertorio de este elepé decía: “Las canciones de este álbum han sido mi favoritas durante años –desde que toco la guitarra-. Cada una dice algo que me conmueve, o cuanta una historia que recuerdo con cariño. Las he arreglado en estilo de fingerpicking para darles unidad”. El diseño de la carpeta corresponde a Terry Eden y la fotografía de la portada pertenece a Dave Gahr.
