En vivo mucho mejor (Warner) 2008 Ariel Rot
Portada: diseño gráfico de Óscar Mariné
Ariel Rot, bonaerense-madrileño, es uno de los personajes fundamentales del rock hispano desde sus comienzos en la segunda mitad de los setenta en Spoonful Blues Band, luego ya con éxito multitudinario en Tequila, para seguir en constante evolución y si perder el norte en Los Rodríguez, y continuar en solitario -terreno en el que se había estrenado a nivel discográfico en 1984-. Por tanto, al hilo del anterior disco expuesto en este blog, no me resistí a la tentación de recuperar un disco grabado en 2001 en el Teatro Jacinto Benavente de Galapagar (Madrid) en compañía de músicos de su banda y otros, colegas estos últimos, que contrtibuyen a fijar la brillantez de esta grabación en vivo donde Ariel Rot realiza un repaso a su carrera desde los tiempos de Tequila. Pero lo mejor es recurrir a las palabras del propio Ariel que dice sobre En vivo mucho mejor:
“Empecé a acariciar la idea del disco en directo mientras escuchábamos el concierto de la noche anterior viajando en la furgoneta. Los conciertos son cortos, los viajes largos, y grabar cada show es una manera de alterar las proporciones. Como soy de naturaleza intermitente tomé la idea como otro de esos raptos de entusiasmo que desaparecen nada mas pisar tierra firme, y así fue.
El siguiente episodio sucedió en México, mientras caminaba por una playa recordando viejas canciones e imaginando como re-versionarlas. ¿Sacrificio con guitarras acústicas y acordeón? ¿Duerme en paz con un cuarteto de cuerda? ¿Qué tal una versión de Salta con Carlos Núñez? Quizá el sol mexicano me estaba afectando demasiado. Una mañana, ya en Madrid, me desperté con la sensación de que ya sabía como quería que fuese el disco. Lo vi claro, o más bien, lo escuché...
Una gran banda de R&R, nada de acordeones, ni cuerdas, ni gaitas. Tres guitarras, dos teclados (fundamental, un piano y un órgano por separado), percusión para algunos temas y un solo saxo bien reventado, nada de esas secciones de metal que tocan todos los estilos pero que en realidad lo que les gusta es el jazz.
Hablé con mi banda original -Pablo Serrano (batería), Jacob Reguilón (bajo), Tito Dávila (teclados y coros), y Osvi Grecco más Ricardo Marín (guitarras y coros)- y todo OK. Para el órgano Hammond pensé inmediatamente en el maestro Ciro Fogliatta, figura legendaria del rock argentino, fundador de Los Gatos, oficialmente el primer grupo de rock nacional; para el saxo, en el gran Dani Nel.lo (no necesita presentación, pero sí debo decir que es el músico de rock & roll más sólido e inquieto que conozco en este país). Para la percusión pensamos en Rodney, después de compartir muchas noches en camerinos y backstages, ya era hora de estar juntos en un escenario. Así quedó formada la banda.
Nos encerramos en los locales de Tablada 25 durante dos meses, cuatro días por semana. Los locales de Tablada son para mí algo más que unos simples locales: allí pasé varias tardes ideales con Moris, Eduardo Benavente, Julián Infante, Guillermo Martín, Ángel Altolaguirre... Allí también compusimos entero el Buena suerte de Los Rodríguez y fue nuestro primer hogar en Madrid. En el mismo lugar preparé hace pocos meses la producción del disco de Andy Chango y en el año 82 el de Los Pistones (Persecución), compartiendo un local salvaje con Los Secretos. Aunque suene cursi puedo asegurar que muchos sueños empiezan y terminan en Tablada 25.
Los ensayos fueron muy intensos. Cinco músicos en un local de cinco por cinco tocan a un espacio vital de un metro cuadrado por músico, contando los instrumentos. Tengo que reconocer que cada vez que se sumaba un nuevo integrante a la banda yo pensaba en renunciar al proyecto. El espacio se reducía, el volumen y la temperatura aumentaban y la tensión se disparaba. En algunas sesiones llegamos a ser nueve músicos, más algún masoquista invitado. La selección de repertorio fue surgiendo durante los ensayos y hasta el último momento hubo cambios. Una vez más, la banda pudo comprobar mi poco talento para la certeza. Gracias por el aguante, muchachos.
El capítulo "invitados" estuvo más enfocado a una situación musical que afectiva. No siempre se puede contar con los amigos y la familia, sobre todo cuando están lejos, muy liados o completamente ilocalizables.
El Pistolero la compusimos con Ricardo Chirinos y Ambite a comienzos de los ochenta. Al poco tiempo se convirtió en un clásico, pero el pop es tan injusto que Chirinos y sus Pistones después de varios años de intentos terminaron por dejarlo. Decidí incluir la canción en el disco pero al ensayarla sentí que, o la cantaba con Ricardo o se quedaba fuera. Simplemente no funcionaba. Creí que no iba a ser fácil dar con el y convencerlo, hace cinco años que había abandonado Madrid, la música y quién sabe cuántas cosas más. Afortunadamente me equivoqué, cuando se lo propuse acepto encantado.
A Carlos Tarque la primera vez que lo vi fue arriba de un escenario con M Clan. Recuerdo que pensé: "al fin un grupo de rock con fundamento". Luego se dejó caer por varios conciertos de Los Rodríguez y finalmente congeniamos. Durante los ensayos previos al disco coincidimos en un concierto solidario para El Salvador y en un camerino abarrotado, en un momento de exaltación de la amistad, decidí que sería el apoyo ideal para el medley tequilero. Creo que acerté: es uno de los momentos de mayor voltaje rockero del disco.
Antes del show hubo dos ensayos generales. Como suele ocurrir, y como debe ser, el primero fue catastrófico. Comparto la teoría con varios colegas según la cuál cuanto peor es el ensayo mejor es el concierto. Incluso la guitarra que pensaba usar en la grabación, legado de Julián Infante, se partió minutos antes de empezar. Seguramente Julián, esté donde esté, en ese momento soltó una carcajada.
Llegó el día del show y contrariamente a lo que había imaginado cinco minutos antes de salir estaba totalmente relajado. Por fin, desde el comienzo del proyecto, empezaba a disfrutar de verdad. Mucha gente piensa que grabar un disco en directo es más sencillo que hacerlo en estudio; después de esta experiencia, puedo asegurar que no.
Pero bueno, hoy lo escuché por primera vez entero y creo que mereció la pena” Ariel Rot. Abril '01.
Canciones: Vals de los recuerdos. Colgado de la luna. Bruma en la Castellana. Señorita. Quiero besarte. Sin saber qué decir. Hasta perder la cuenta. Dos de corazones. Adiós mundo cruel. Necesito un trago/El ahorcado/Mr. Jones/Matrícula de honor. Me estás atrapando otra vez. Confesiones de un comedor de pizza. Vicios caros. El pistolero. Milonga del marinero y el capitán. Mucho mejor. Baile de ilusiones.
Más portadas: Debajo del puente (1984), Vértido (1985), Hablando sólo (1997), Lo siento Frank (2003), Ahora piden tu cabez (2003), Ahora piden tu cabeza -acústico- (2003), Dúos tríos y otras perversiones (2007), Etiqueta negra (2007), Diez x tres (2009), Solo Rot (2010), La huesuda (2013) y La Manada (2016).