13 junio 2012

La música, con letra entra


Paul Simon (Newark-New Jersey, 1941) es conocido, a nivel internacional, por ser la mitad del famoso dúo con Art Garfunkel, donde ya demostró con creces su capacidad a la hora de componer canciones, tanto es así que la crítica ha reconocido en el cantautor estadounidense que la música de Simon tiene el mensaje y la conciencia social del movimiento popular folk. El mensaje consiste en un existencialismo popularizado, una sensación de soledad, aislamiento e incapacidad de comunicación causada por el mundo de rápidos cambios del siglo XX. 


La buena mano para escribir, mente abierta y dominio de la palabra le vienen de muy atrás a Paul, pues cuando decidió entrar en la Universidad lo hizo por la puerta del Queens College de Nueva York para estudiar Lengua y Literatura Inglesa. A partir de ahí comienza a forjarse la carrera de cantor de Simon, quien ya había conocido el ambiente musical de finales de los cincuenta con su compañero Art cuando practicaban el rock and roll adolescente característico de los jóvenes blancos. 

Bien, no sigo con historias y me centro en el libro editado por la colección Espiral de Fundamentos, que recoge una selecta antología de las mejores canciones de Simon, tanto de sus etapas en solitario como con Garfunkel. Pertenecen a varios elepés que comienzan cronológicamente en 1972 con The Paul Simon Song Book, en el que se incluyen canciones que había popularizado a dúo con su compañero Art, entre otras The sounds of silence, I am rock o Flowers never bend with tne rainfall.

La recopilación se cierra con Graceland, de la cosecha de 1986, lo cual puede resultar frugal hablando en términos alimentarios, pero no es así porque, a pesar de que Paul sigue en activo y así sea por mucho tiempo, se puede decir que las canciones recogidas en el libro dan buena cuenta del trabajo del inspirado cantautor, quien se zambulle por los más variados estilos, entre otros, rock, country, folk, blues, jazz, reggae, música africana...

Como muestra, un botón de la escritura de Paul Simón, en concreto la pieza titulada y mil veces tatareada: I am rock

Un día de invierno
en un diciembre profundo y oscuro.
Estoy solo,
mirando desde mi ventana las calles de abajo,
en un silencioso recién caído manto de nieve.
Soy una roca
Soy una isla


He construido muros,
una fortaleza profunda y poderosa
que nadie puede penetrar.
No necesito amistad, la amistad causa dolor
es la risa y el amar lo que desdeño
Soy una roca
Soy una isla
No hables de amor
si, he oído esas palabras antes
duermen en mi memoria
no interrumpiré el sueño de sentimientos que han muerto
si nunca hubiese amado, nunca habría llorado
Soy una roca
Soy una isla


Tengo mis libros
y mi poesía para protegerme.
Me escudo en mi armadura
Escondido en mi habitación, a salvo en mi refugio
no toco a nadie ni nadie me toca a mi
Soy una roca
Soy una isla


Y una roca no siente dolor
y una isla nunca llora.




http://www.paulsimon.com/us/home



La Barbería del Sur (Nuevos Medios) 1991
La Barbería del Sur


El primer disco del grupo La Barbería del Sur representó en su momento una de las agradables sorpresas de lo que se denominaba nuevo flamenco en la década de 1990, más bien fusión de estilos que en el caso del citado combo algo sí que tenía que ver con lo jondo, pues sus miembros, a pesar de su juventud, ya tenían experiencia tanto con figuras clave del canto como con grupos de pop-rock que triunfaban en aquellos tiempos. Una excelente representación de eficientes instrumentistas de jazz hispano, entre otros el saxofonista Jorge Pardo, y de jóvenes flamencos, La Barbería del Sur apostaba fuerte por la fusión desde la primera pieza del disco, Dos mil lunas, en la que los ritmos salseros se imponen sobre otros estilos, aunque en otras canciones los miembros del combo gitano se adentran en la música de sus ancestros: Dolores de niña, una soleá por bulerías que da intensidad al repertorio del disco. El resto se escucha con el interés que despierta la fusión antes mencionada, prueba de ello son Cuerpo de Sal y Piel de habichuela,  mestizaje musical que se repite en las composiciones Ay, morena o Al fin, al fin, que dieron a La Barbería un protagonismo merecido en la música popular de la primera mitad de los años noventa. 

Canciones: Dos mil lunas. Yo la vi primero. Dolores de niña (soleá por bulerias). Por boca de las pistolas. Ay, morana. Cuerpo de sal. Piel de habichuela. Al fin, al fin. Apache

Músicos: Enrique Heredia Negri (percusiones y guitarra), Juan José Suárez Paquete (guitarra), Pepe Luis Habichuela (guitarra y bajo), José M. Carmona (voz). Jorge Pardo (saxo), Bernardo Parrilla (violín), Javier Colina (contrabajo), Ramón Porrina (percusión), Paco Ibañez (metales), Marcelo C. Fuentes (bajo), Luisa Habichuela (coros), Nuria Castejón (coros) y Antonio Carbonell (coros).

Más portadas: Historias de un deseo (1993), Algo pa nosotros (1993), Túmbanos si puedes (1995), Arte pop (1998), Una noche en el 7º (2000) y Negri y Paquete (2002).