La música, con letra entra
Lejanos quedan los días en que la lectura podía convertirse en acto subversivo en un país inmerso en larga dictadura impuesta por las armas. No obstante, al final de aquel periodo ya comenzaban a florecer las páginas de revistas musicales que la juventud siguió con fidelidad durante años. En la actualidad, cabeceras conocidas y no olvidadas se me aparecen brillantes como ojos de gato en las baldas metálicas del trastero. Tiro de algunas de ellas, y aprovecho para releer sobre asuntos de un tiempo pasado que no fue mejor, pero del que también aprendí a tener el oído presto a melodías de diferentes lugares del mundo. Por eso, va mi recuerdo a todas las personas que hicieron posible, a veces con mucho esfuerzo, una labor pionera en tiempos que no estaban para muchas músicas.