El canto que perdura
Un síntoma de que el soul es un estilo musical influyente, aparte de los grupos y solistas que lo recrean como referencia en la actualidad, es su constante utilización periódicamente en forma de canciones representativas de otras épocas para anunciar todo tipo de productos, desde automóviles a pantalones vaqueros, por poner dos ejemplos.
Un síntoma de que el soul es un estilo musical influyente, aparte de los grupos y solistas que lo recrean como referencia en la actualidad, es su constante utilización periódicamente en forma de canciones representativas de otras épocas para anunciar todo tipo de productos, desde automóviles a pantalones vaqueros, por poner dos ejemplos.
Las voces de Wilson Picket, Otis Reding, Aretha Franklin, Tina Turner o Etta James, cuando no se trata de imitadores, sirven de reclamo para facilitar la venta de marcas de fábrica. Pero antes de todo ese artificio publicitario, hay que tener en cuenta un arte básico, acompañado de música, que recoge el tono grave de los cantos religiosos de la población negra de Estados Unidos, la alegría contagiosa del rhythm and blues y el swing del jazz.
La Capitol Records, afincada en California y en la actualidad en su 75 aniversario, ofrece un amplio catálogo de grabaciones, en las que no falta el soul, en concreto en los recopilatorios titulados Hurt So Bad, del periodo 1960-1965, que recoge formaciones y solistas como Ike & Tina Turner, Little Anthony And The Imperials, Te O' Hays, Jessi Hill, Aaron Neville o Irma Thomas, entre otros. En el disco abundan las canciones con influencias de la canción religiosa, el r&blues y el duduá.
La primera discográfica es un hito de obligado recuerdo. Atlantic, fundada en 1947 en New York, casa de artistas ya clásicos como Aretha Franklin, Otis Redding, Wilson Picket, Ruth Brown o Sam & Dave, pero también abierta a otras músicas que mantiene en alto en la actualidad la música por la que nació.
