Gualberto
Portada: pintura de Gualberto
Gualberto presentaba su segundo disco grande como solista en plena transición democrática cuando parecía que el rock progresivo que se venía desarrollando desde hacía una década en España iba por fin a salir del circuito casi clandestino donde estaba metido hasta entonces, sin caer en concesiones a la comercialidad. El guitarrista sevillano era uno de los valores en alza durante la segunda mitad de los setenta del rock progresivo, pues desde su marca del grupo Smash había participado en diferentes proyectos musicales, tanto a nivel individual como colectivo. En Vericuetos se nota a un Gualberto más en onda vanguardista en relación con su primer elepé. La nota original la pone Luz de invierno que incluye el toque de sitar de marcada esencia hindú que se acompaña de unos teclados en línea progresiva que están presentes en todo el repertorio del larga duración, donde confluyen rock, folk, jazz y música clásica, sin ninguna concesión al cante, estilos que se funden en concepción de la música cercana al rock sinfónico tan en alza en aquella época. Corre vuela que te pillo y Noche de Rota son otras de las composiciones que dan cuenta de la música elaborada y cargada de sensibilidad de Gualberto, quien demostraba un natural dominio de la guitarra y capacidad para componer sin caer en remedos de otros músicos.
Composiciones: Luz de invierno. Continuando el dialogo. Corre vuela que te pillo. Noche de Rota. La mañana siguiente.
Musicos: Gualberto (sitar y guitarras), Arthur Wolh (violin), Antonio Diaz (bajo), Marcos Mantero (teclados) y Tico Balanza (batería).
Más portadas: A la vida, al dolor (1975).
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