Pink Fairies representa la evolución del rock básico de los tríos que tanto juego dieron en la segunda mitad de los años sesenta con su reinterpretación del blues eléctrico, principalmente en el Reino Unido. Procedentes del underground londinense más radicalizado, los miembros de Pink Fairies asumieron en un principio la psicodelia para evolucionar hacia el rock duro con elementos de la música progresiva en boga a comienzos de los años setenta. King Of Oblivion, tercer disco del trio, sirve para perfilar un tipo de rock desquiciado que comenzará a salir de la marginalidad de festivales concretos para conseguir la aprobación de un público numeroso. No hay que olvidar que el guitarrista de Pink Fairies, Larry Wallis estuvo presente en la puesta en marcha de Motörhead, el heavy metal menos vistoso pero con cuota de seguidores heterogéneos. En esa línea se inscriben las siete canciones del álbum, entre las que destacan por su fuerza City Kids, Chromium Plating o Raceway, prólogo de un rock rupturista que tendría continuidad en el punk de las décadas de 1970 y 1980.
Canciones: City Kids. I Wish I Was A Girl. When’s The Fun Begin. Chromiun Plating. Raceway. Chambermaid. Street Urchin.
Músicos: Larry Wallis (guitarra y voz), Duncan Sanderson (bajo y voz) y Russell Hunter (batería).
Más portadas: Never Never Land (1971), What a Bunch of Sweeties (1972), Live At The Roundhouse 1975 (1982), Kill ‘Em and Eat ‘Em (1987), Do It (1999), Up The Pinks (2002), Chinese Cowboys: Live 1987 (2005) y Finland Freakout 1971 (2008).
Apunte: La edición de Kings Of Oblivion en formato cedé del año 2002 incluye los extras: Well, Well, Well (versión de sencillo), Hold On (versión sencillo), City Kids (mezcla alternativa) y Well, Well, Well (mezcla alternativa).
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