Benedicto García Villar (Santiago de Compostela, 1947) es miembro fundador del movimiento de nueva canción gallega en los años sesenta (Voces Ceibes) y protagonista directo de la evolución de la música popular de Galicia del siglo XX, a la que aportó algunos discos y muchas actuaciones. De los primeros, está su segundo elepé Os nomes das cousas, grabado en el año 1978 con la colaboración del músico y compositor argentino Alberto Gambino. Dentro de la línea de la denominada canción de autor, en este caso con un carácter intimista que ofrece un hondo calado de sentimientos, está la pieza titulada Un día, de cuyos estribillos salió el título del mencionado disco.
Un día
Un día non estaremos
nada seremos
nin siquera recordo.
nin siquera recordo.
Haberá mar bravío
no que antes era montaña
onde agora témo-la casa.
no que antes era montaña
onde agora témo-la casa.
Os nomes das cousas
a forza de usalos
mil veces terán mudado.
a forza de usalos
mil veces terán mudado.
Un día non estaremos
non soñaremos quimeras
por moitos amadas.
non soñaremos quimeras
por moitos amadas.
Sonarán novos cantos
asubíos de espranza cercana
do paxaro cantor de alboradas.
asubíos de espranza cercana
do paxaro cantor de alboradas.
Os nomes das cousas
a forza de usalos
a forza de usalos
mil veces terán mudado.
Un día non estaremos
xa non seremos
nin sombra do vento que pasa.
xa non seremos
nin sombra do vento que pasa.
Un día non teremos
nin pesares
nin ledicias,
sentimentos, alma.
nin pesares
nin ledicias,
sentimentos, alma.
Os nenos entón
non xogarán ás fadas
escoitade:
non xogarán ás fadas
escoitade:
Xa cantan!
Os nomes... das cousas...
a forza... de usalos
a forza... de usalos
Un día no estaremos
nada seremos
ni siquiera recuerdo.
Habrá mar bravío
en lo que antes era montaña
donde ahora tenemos la casa.
Los nombre de las cosas
a fuerza de usarlos
mil veces habrán cambiado.
Un día no estaremos
no soñaremos
quimeras
por muchos amadas.
Sonarán nuevos cantos
silbidos de esperanza cercana
del pájaro cantor de alboradas.
Los nombre de las cosas
a fuerza de usarlos
mil veces habrán cambiado.
Un día no estaremos
ya no seremos
ni sombra del viento que pasa.
Un día no tendremos
ni pesares,
ni alegrías,
sentimientos, alma.
Los niños de entonces
no jugarán a las hadas
escuchad... ¡ya cantan!
Los nombres... de las cosas...
a fuerza... de usarlos...
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