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Son los años ochenta

La denominada movida madrileña semejó ser un tótum revolútum al que se sumaron los más variopintos personajes por lo que supuestamente comportaba de modernidad y espacio virgen en el que poder ofertar toda clase de productos. Y en aquellos días, un diario se apuntó al movimiento, en concreto El País, paradigma de la democracia con letras mayúsculas, la libertad de expresión y la ejemplaridad periodistíca. 

No resultaba extraño, pues Madrid, la capital del Estado, había dejado atrás su aspecto de pueblo grande para convertirse en creador del movimiento que se producía en diferentes ámbitos de la cultura. Era la nueva ola naciente que aún se acrecentaría dos años después cuando muchos de los primigenios personajes de los tiempos movidos se convertirían en nuevos ricos aceptados por el poder.

 En el semanal, con portada incluida, el nuevo cómic recogía las andanzas de un grupo musical en busca de su particular El Dorado, recorrido en el que aparecían los lugares comunes donde se reunían y desarrollaban su labor los personajes de aquellos tiempos modernos.

En esa línea, el diario madrileño en su revista dominical: El País Semanal, se puso al lado de los nuevos dibujantes de cómic y todo lo que conllevaba la palabra movida con Una historial pop. La fecha de su salida a la calle fue el 30 de noviembre de 1980. En las firmas aparecían J.A. Maillo y Aguts.