Janis Joplin, 45 años después (I)
Janis pasó por el escenario del mítico y multitudinario Monterey International Festival Pop de 1967, que reunió en la segunda mitad de junio de aquel año a 300.000 personas bajo el manido eslogan "Música, amor y flores", mientras a miles de kilómetros, en Vietnam, se desarrollaba una guerra de trágicas consecuencias para Estados Unidos cuyos líderes políticos y militares aún creían en aquel año que la victoria estaría de su lado en su lucha contra el comunismo. Sin duda, la presencia de la intérprete en el magno evento californiano está relacionado con su ascendente carrera musical no exenta de tropiezos.
Dibujo de Janis Joplin
Janis Joplin siempre prefirió el lado salvaje de la vida al cómodo hogar de la familia desde el que periódicamente realizaba escapadas para beber, drogarse y liberarse sexualmente ya fuera con hombres o con mujeres. Aunque tanto por parte de sus padres, como por ella misma, hubo algunos intentos de obtener un estatus normalizado, el nomadismo de la joven texana no hizo más que acrecentarse en un principio siguiendo el patrón beatnick, pero buscando el blues que antes había movido a mujeres de otros tiempos como las pioneras Bessie Smith o Ma Rainey. Atrás quedaron sus primeras amistades de música y bebida, así como los no rematados estudios de Bellas Artes en la Universidad de Austin, lugar en el que se había ganado una justa fama de inconformista.
Janis en sus comienzos en Austin
Los duros comienzos como una de las cientos de representantes de la música popular que tanto abundaban de costa a costa de los Estados Unidos, todo ello sea dicho de paso en pleno auge del folk y el blues, sirvieron de acicate a Janis para involucrarse más con las canciones que consideraba propias y a las que daba un nuevo aliento auspiciado por su pasión a la hora de interpretar cualquier género musical.
Con Jorma Kaukonen, en San Francisco en 1964
El recorrido por diferentes estados, a menudo bajo el estigma de yonqui juvenil y bebedora recalcitrante, no produjo grandes alivios a la joven Janis, quien en 1963 tuvo una primera toma de contacto con el ambiente musical de San Francisco, en cuya bahía se estaba produciendo un ambiente proclive a los cambios que luego vendrían dentro de las artes, principlamente las plásticas y la música. De esta temprana época californiana salió la denominada cinta de la máquina de escribir, es decir siete canciones relacionadas con el blues acústico de conocidos representantes de dicho género, en cuya interpretación Janis estuvo acompañada por el guitarrista Jorma Kaukonen y la esposa de éste, Margaretta, en la percusión. La suerte resultó esquiva a la cantante hasta el punto que influyó, junto a su lamentable estado por consumo de drogas y alcohol, en el retorno a Port Arthur, con la intención de cambiar de vida.
Janis junto a los componentes de Big Brother And Holding Company
De regreso a San Francisco, la cantante se implicó en la plena eclosión de la psicodelia que produjo un fuerte impacto entre los grupos y solistas que se movían en los ambientes musicales como Big Brother And The Holding Company, cuatro jóvenes melenudos que practicaban un rock rudimentario y chirriante, a los que se unió Janis Joplin como cantante. La previsión de lo que parecía una más de las bandas que ensayaban en garajes y locales de poca monta para adentrarse en los circuitos de las actuaciones en directo no se cumpliría. A partir del Festival de Monterey de 1967 fue cuando en realidad la excepcional voz de Janis dejó de ser la de la eterna promesa de la música juvenil. No pasó desapercibida a ejecutivos de multinacionales del disco que vieron en la tejana y su grupo un excelente negocio dentro de los discos de formato de larga duración, en aquellos tiempos en clara ascensión del LP frente al segundo plano en que entraba el sencillo de 45 r.p.m.
Dibujo de Robert Crumb en la carátula del disco Cheap Trills
La discográfica Columbia fichó a Janis y su pandilla, pero con la condición de limar algunas asperezas contraculturales que no impidieron que el primer disco de estudio, Cheap Trills (1968), adquierese desde su salida una notable aceptación entre público seguidor del rock y la crítica que abundaba en las publicaciones especializadas de la cultura underground, que además resaltaba la rompedora carátula del dibujante Robert Crumb. Y es que Janis con su grupo en directo resultaba un espectáculo inolvidable porque era su medio natural y desde donde se podía comunicar con la gente. Allí, sobre el escenario, expresaba sin miedo sus preferencias hasta el punto de que hacía el amor con los miles de personas que la escuchaban, según sus propias palabras, aunque, tras la tempestad sus acompañantes, hombre y mujeres, le escapaban cuando el alcohol y las drogas la convertían en una persona intratable.
Las biografías sobre Janis Joplin y su entorno recogen bastantes argumentos de cómo la cantante estuvo siempre inmersa en la soledad a pesar de sus constantes búsquedas de una pareja duradera, inestabilidad que llevó también al territorio musical, pues el éxito del primer disco oficial con Holding Company no facilitó que perdurase el espíritu de comuna con el que nació la unión entre la cantante y el grupo. La nueva búsqueda de un sonido diferente se recogió en actuaciones con otra formación de músicos, entre los que se incluía una sección de viento, y en un disco considerado flojo en su momento de edición: I Got Dem Ol' Kozmic Blues Again Mama! (1969).
Etapa de Kozmic Blues Band
Los desencuentros en el terreno artístico y los fracasos en lo sentimental, así como una continua y peligrosa adicción a las bebidas alcohólicas y a la heroína, sumieron en una constante crisis a la cantante quien reunió otra vez las suficientes fuerzas para apostar por lo que mejor sabía hacer, cantar. En aquellos tiempos, de cambio de década, ya alejados los tópicos de paz y amor, la tejana contaba con un conjunto de músicos que se adaptaba a la perfección a su voz. Se trataba del combo Full Tilt Buggie Band, eficientes músicos canadienses con los que volvió a las alegrías de rodar y a los estudios de grabación. En esas estaba cuando el domingo, 4 de octubre de 1970, Janis se encontraba en la habitación de un hotel de Los Ángeles y decidió inyectarse heroína, acto que la llevó a la muerte, por lo cual no pudo saborear el éxito del que es considerado el mejor disco y el de mayor número de ventas de la cantante Port Arthur, Pearl, puesto en circulación en enero de 1971.
Full Till Boogie Band, en el final del camino de Janis Joplin
Las cenizas de Janis Joplin fueron arrojadas el 7 de octubre de 1970 desde una avioneta a las aguas del océano Pacífico junto a la costa del condado de Marin County, según había pedido la cantante. Desde aquel año, su fama no dejó de crecer, así como las grabaciones póstumas y los recopilatorios de su corta pero interesante obra musical. Miles de artículos, docenas de documentales, algunas películas sobre su vida y varias biografías contribuyen a mantener vivo el recuerdo y el legado de la cantante texana afincada en California hasta su temprano fallecimiento.
Poster de una actuación de 1969
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