Una canción casi cuarentona que no pierde actualidad: La miseria
El granadino Carlos Cano (1946 - 2000) se estrenó discográficamente con un larga duración en 1976, el álbum A duras penas, editado por Gong, según dijo en su día el cantautor andaluz llevaba el citado título porque "así es como íbamos levantando la cabeza en Andalucía, así iba yo también encontrando personalmente mi camino... Es un disco curo -blanco y negro-, muy aspero. En él estaba metida toda mi desesperación, con una sola intención, que no era otra que buscarle el sentido a la vida, a la libertad".
El citado disco constituye el resumen de sus inicios en el ámbito de la música popular, es decir los siete años de Carlos Cano como cantautor, dentro de una línea comprometida y reivindicativa que comenzó en el año 1969. El repertorio del LP, acorde con los tiempos que se estaban viviendo en los convulsos años de la Transición previo a la Constitución de 1978 y al Estado de las Autonomías, aparte del alto contenido socio político en el que se aprecia la fuerte implicación con el andalucismo, ponía especial énfasis en algo impensable en aquel tiempo, la recuperación de cantes hasta entonces pervertidos por la ideología dominante del franquismo. Dentro de esa línea popular, que no populista, se incluye la canción siguiente, una pieza que, por desgracia, está más vigente que nunca casi 40 años después de su edición en disco.
La
miseria
La
miseria Vengo de abajo, cansado de tanta cuesta.
Vengo,
no sé a dónde voy, huyendo de ella.
LA
MISERIA
Tiene
en su casa las uñas de la soberbia.
ve
en un mundo cerrado del que se alimenta.
LA
MISERIA
Es
el lugar donde nací,
donde
no quiero yo morir.
Es
un lugar muy especial
para
el amor y la moral.
LA
MISERIA
Vengo
de abajo, de un valle
podrido
de yerba,
donde
no existe el futuro, sólo
LA
MISERIA
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