Una voz antigua sin hora (Justine Records) 1991

Jesús Heredia & José María Cañizares

Cuando los tiempos no parecen estar por los acercamientos entre culturas diferentes, y ante el rebrote nacionalista en buena parte del Viejo Continente, es bueno recurrir a los intentos de personas hacia un espacio de unión, en este caso entre cante jondo y poesía. "Flamenco y lírica, duende y musa, memoria Andalucía y Cataluña, dos pueblos unidos ante la suprema verdad de dos de sus expresiones culturales más genuinas. Este es el primer beso, el que jamás se olvida. Es el comienzo de un idilio del que todos saldremos transformados y enriquecidos y del cual somos testigos de excepción". Así se expresaba el profesor José Membrive en la introducción del disco Una voz antigua sin hora, del cantaor Jesús Heredia (Écija, 1933) y el guitarrista José María Cañizares, editado en el año 1991.

La primera cara del larga duración se abre con Errante a la aventura, poema de Joan Vinyoli, para quien Heredia escogió los aires de la alegría. Del poeta y dramaturgo Pere Quart aparece En el sueño me adormezco, que gana musicalidad con el fandango, uno de los palos más abierto del flamenco. El título No puedo ver ni oír, de Pere Torroella, un personaje de leyenda perteneciente al siglo XVI, mezcla tiento y el tango que Heredia interpreta con el duende que le caracteriza y sin estridencias. La primera cara del LP se cierra con un romance titulado Don Jaime en San Jerónimo, de Jacinto Verdaguer.

La segunda cara incluye cinco canciones basadas en otros tantos poemas. Versos del rapsoda Espríu vuelven a incluirse en el disco bajo el título Pequeño canción de tu muerte, y cantados por bulerías pero sin perder el dramatismo del texto. La canción que sirve para denominar el álbum, Una voz antigua sin hora, de Carlos Rivas, se adapta a uno de los estilos que todo que aquel que se precie de buen cantaor suele utilizar: la soleá. 

Siguiendo el recorrido por el flamenco, Heredia recurre a Por terrible y por extraña, de Pere Joan, para acercarse a uno de los estilos levantinos, la minera emparentada con cartageneras y tarantas, todas ellas pasionales y dramáticas. Los restantes cantes de la cara B son Oda a Barcelona, de Pere Quart, melancólica debla, y Molino de Sefara, de Salvador Espríu, un martinete, desnudo y quejumbroso. 

Una antigua voz sin hora es un interesante disco que como su nombre indica no está sujeto a modas, pero mantiene un estilo por fortuna abierto a la poesía. No hay que olvidar que la denominada Generación del 27 rompió prejuicios y, entre otros, tuvo en cuenta el hondo lirismo del cante que, por racial, no deja de ser universal como demuestran los éxitos de Jesús Heredia en países como Estados Unidos o Japón.

Jesús Heredia (voz) y José María Cañizares (guitarra).

Jesús Heredia cuenta en su haber con los siguientes galardones:

• 1959: Premio de malagueñas en el Segundo Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.
• 1974: Primer Premio Pastora Pavón en Córdoba, por tangos y bulerías.
• 1974: Primer Premio Cantes de Juan Breva.
• 1977: Primer Premio Cantes por Soleá en Ceuta.
• 1992: Primer Premio Lámpara Minera de La Unión.

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