Janis Joplin, 45 años después (II)
Las opiniones en general de crítica y seguidores sobre los discos grabados por Janis Joplin coinciden en que el mejor de todos es el LP póstumo Pearl (1971 - Columbia), cuyo repertorio desmonta el tópico de roquera chillona y descarada que pueden infundir las imágenes de la cantante en pleno trance ante un auditorio gregario típico de los grandes festivales por los que pasó Janis Joplin a finales de los sesenta. La perla de las grabaciones oficiales de la texana se caracteriza por un acertado sentido de la combinación de estilos (blues, rock, hard, country, soul) pasados por el tamiz de la portentosa voz de Janis que diversifica con variedad de tonos con inigualable brillantez tanto en los tiempos lentos como en los más agitados.
En el disco Pearl, de ahí el optimismo de Janis Joplin hacia la que consideraba su nueva pero corta etapa con Full Tilt Boogie, se percibe que la las dos partes, vocal e instrumental, no se molestan, no se tapan, al revés viven y dejan vivir. De ello hay buena prueba en la mayoría de las canciones que llevaron al citado y renombrado LP a la gloria de los mejores discos de rock de los setenta. Quedan como brillantes joyas de una música llamada rock, piezas de eficiente amalgama, entre las destacan Move Over, Cry Baby, A Woman Left Lonely. My Baby, Trust Me o Get It While You Can.
Para imbuirse del espíritu de buenas vibraciones que generó la grabación de Pearl, dado el afán recopilatorio que se produce en relación con las grabaciones de determinados artistas, es recomendable la escucha del recopilatorio, editado en 2012, The Pearl Sessions (Columbia).
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